El conflicto humano-naturaleza

En esta unidad hemos explorado con mucho detalle la relación de las poblaciones de los Andes y Amazonas con el medio natural en el que viven. Durante siglos, el ser humano se ha beneficiado del uso adecuado de la naturaleza y sus recursos pero poco a poco el mundo natural está siendo amenazado por la propia acción humana hasta límites inesperados. ¿Hasta cuándo durará este conflicto?

La explotación del Parque de Yasuní

En 1979 se creó en Ecuador esta área protegida por su elevado valor de biodiversidad medioambiental. Sin embargo, esta joya natural en plena Amazonía compite con intereses económicos de las empresas dedicadas a la extracción masiva de petróleo. Desde la década de los 80 se instalaron plantas extractivas, que posteriormente en el 2013 se extendieron al llamado Bloque 31 e ITT, dos áreas equipadas con maquinaria de extracción que ayudan oficialmente a superar el déficit económico del país. El máximo territorio permitido por la ley ecuatoriana para la deforestación en el Parque Yasuní era inicialmente de 300 hectáreas; pero para el año 2019 ya había más de 417 hectáreas deforestadas, lo que ha puesto en alto riesgo la salud y el futuro de la naturaleza de este gran pulmón mundial. El análisis técnico de las consecuencias de empresas como Petroamazonas en la región ha sido elaborado por el proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) de Amazon Conservation Association y ACCA Conservación Amazónica. En colaboración han diseñado un mapa en el que se muestra la deforestación petrolera por medio de imágenes satelitales.

Un dato que sirve de prueba de la magnitud de esta destrucción a causa del hombre es que una sola hectárea de bosque en Yasuní alberga alrededor de unas 100.000 especies de organismos, de los cuales el 90% son especies pequeñas del grupo de los artrópodos. Conocer los impactos totales de la industria petrolera en el Parque Yasuní puede tomar de 70 a 100 años porque las alteraciones al medio natural no son medibles a corto plazo. A pesar de ser un problema internacionalmente reconocido, con el paso del tiempo los muelles extractores elevan su número y los animales, especies e indígenas de Yasuní son testigos del paso de los barcos que transportan camiones de gran tonelaje para ser rellenados y después comercializados. La empresa con mayor potencial en Yasuní es Petroamazonas que curiosamente vende una política de conciencia ecológica con nombre “Nuestro hogar” destinada a controlar y mejorar la salud medioambiental de los bosques en los que están instaladas sus petrolíferas.

Antes este panorama y la preocupación de ecologistas e indígenas sobre el bienestar y futuro del parque, en 2007 el gobierno de Ecuador lanzó la Iniciativa Yasuní donde se proponía no explotar el petróleo en un bloque del Parque, el área protegida más grande del país. El país pidió a la comunidad internacional una compensación de dinero para poder.

En el año 2013 el entonces presidente Rafael Correo dijo que el proyecto había fracasado y que el país no había recibido la compensación pedida. Canceló el proyecto para que la zona pudiera ser explotada y prometió que el dinero que el país iba a adquirir de las compañías petroleras iba a ser invertido en las comunidades pobre de la región. De acuerdo con muchos habitantes de la zona, esta promesa no se cumplió, como tampoco las que las compañías petroleras han hecho de indemnizar a las poblaciones con obras y dinero que mejoren su calidad de vida.

La cancelación de la Iniciativa Yasuní provocó la creación del colectivo Yasunidos, un grupo dedicado a promover la protección de la biodiversidad del parque y la defensa de los territorios de los pueblos que lo habitan. En 2022 los Yasunidos consiguieron que el Consejo Electoral de Ecuador aprobara preguntar a los ecuatorianos, a través de una consulta popular, si el gobierno debía mantener el petróleo indefinidamente en el subsuelo. En agosto de 2023 el país votó por detener la actividad petrolera y minera en la zona. La Corte Constitucional dio un plazo de un año para que se hiciera el desmonte progresivo y ordenado de las infraestructuras de hidrocarburos que ya están en la región. A pesar de este triunfo, en 2024 el petróleo se ha seguido explotando, las compañías petroleras no han hecho entrega de un plan concreto de retirada y el gobierno de Ecuador ha dicho que se necesita más tiempo para que pueda hacerse efectiva la consulta. Los indígenas, grupos ambientalistas, los ecuatorianos y muchas personas en el exterior están atentos a que el gobierno cumpla con los compromisos lo antes posible. Pese a los inconvenientes, Ecuador es un ejemplo para el mundo en la lucha por la conservación del medio ambiente.

Objetivo salvar el planeta

Los defensores del medioambiente buscan estrategias en los medios de comunicación y redes sociales para conseguir la mayor involucración posible. El objetivo final es concienciar al mundo de que destruir el planeta en el que vivimos es contradictorio y no tiene justificación.

Ve a continuación un tour virtual e interactivo que la organización Toxic Tours publicó sobre la contaminación y destrucción en Yasuní.

Ahora ve este breve performance en las calles de Nueva York. La mayoría del petróleo extraído de Yasuní es consumido en los Estados Unidos. Sin embargo, los estadounidenses lo desconocen y la distancia con Ecuador lleva a la indiferencia social y ambiental. Después contesta a las preguntas.