Las realidades del Cono Sur

El Cono Sur posee una población total de aproximadamente 72 millones de habitantes y es la región de América del Sur con una de las tasas de esperanza de vida más alta que existen en la actualidad. Tanto Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay superan un promedio de 73 años de vida entre sus habitantes. En esta actividad vas a familiarizarte con los países que forman el Cono Sur y vas a leer información sobre ellos.

Composición étnica del Cono Sur

En términos generales, el Cono Sur se caracteriza por una amplia presencia de un mestizaje con una mayor contribución europea que indígena. El porcentaje de habitantes que se identifica como indígenas es considerablemente bajo. La principal razón de este fenómeno se encuentra en la historia: en el periodo colonial, los europeos devastaron grandes extensiones de territorio indígena y las comunidades indígenas fueron tristemente afectadas debido a esto. Además, gran cantidad de europeos se asentaron posteriormente en la región del Cono Sur y poco a poco excluyeron a la población autóctona. El siglo XIX fue de gran importancia debido a las masas de inmigrantes europeos que llegaron a las costas de países como Argentina o Uruguay, que un siglo después de nuevo vieron una oleada de migrantes desde Europa. Todo esto tiene como resultado que Argentina tenga un 97,2% de población mestiza europea, Chile un 88,9%, Uruguay un 87,7% y Paraguay un 95%. Los mapuche es el único pueblo amerindio que tiene una alta presencia actualmente en los territorios de Chile y Argentina, aunque sobre todo en Chile con un 9% de la población total. Sin embargo, los mapuche sufren todavía discriminación racial y social que es consecuencia del rastro y evolución histórica y étnica del Cono Sur. Lo mismo sucede con los charrúas en Uruguay y con los pueblos nativos en Paraguay.

A continuación tienes una serie de curiosidades sobre la realidad de cada uno de los países del Cono Sur. Lee con mucha atención y después responde a las preguntas de comprensión.

Riqueza cultural de Argentina

Argentina es famosa por el fútbol (soccer), el tango y los asados, pero es mucho más que esto. Este país, en especial su capital, Buenos Aires, tiene una rica vida cultural. Museos, teatros y librerías son parte de las ciudades y de la vida diaria de sus habitantes y también reflejan características económicas y culturales del país: Argentina tiene uno de los niveles de lectura más avanzados de América Latina; importantes escritores de habla hispana nacieron en este país, como por ejemplo Julio Cortázar y Jorge Luis Borges; cuenta con sellos editoriales importantes y su cine es uno de los más desarrollados de Latinoamérica. En adición, existe una fuerte cultura del vino que lo lleva a ser el séptimo productor de vino del mundo y el segundo de América del Sur, después de Chile.

Argentina se ha caracterizado por ser un país de puertas abiertas para los inmigrantes de todo el mundo. Además, es un destino turístico popular entre latinoamericanos y europeos. Como resultado tiene ciudades cosmopolitas, en especial su capital, Buenos Aires, conocida como la “París de América”.

La geografía chilena

Chile, con casi 18 millones de habitantes, se divide geográficamente en tres áreas: continental, insular y antártica. La zona continental corresponde a una franja que recorre el país de norte a sur de 4.329 kilómetros de longitud y que convierten a Chile en el país más largo del mundo. Además, el punto más estrecho de Chile tiene solamente 90 kilómetros, entre Punta Amolanas y Paso Casa de Piedra, cerca de Illapel, región de Coquimbo. ¡Esto también convierte a Chile en el país más estrecho del mundo! Y en adición a esto, aunque Chile está situado en la cordillera de los Andes, su territorio no es solamente montañoso. El norte chileno está dominado por el desierto de Atacama, la zona más árida del mundo.

Los “países guay”

Uruguay y Paraguay no son países limítrofes pero los dos tienen los nombres de país más similares de América del Sur. Uruguay es el país con menor población del Cono Sur: 3.369.299 habitantes. Según el índice Mercer de 2018, su capital Montevideo es la ciudad latinoamericana con mejor calidad de vida. Por su parte, Paraguay, está compuesto por un poco más de 7 millones de personas. Su capital, Asunción, y su área metropolitana ya supone el 30% de la población total nacional. En efecto, el 97% de la población reside en el sector oriental del país, no así en las zonas más tropicales. Ambos países, a pesar de tener sus tensiones históricas, comparten hechos culturales que sirven de unión. Incluso los uruguayos y paraguayos se conocen conjuntamente fuera de sus fronteras nacionales como “guayos”.

En el 2013 se creó un proyecto llamado Países Guay que busca la integración social, cultural, musical y deportiva de Paraguay y Uruguay. Para fortalecer los lazos entre estos dos países, el proyecto Países Guay, creado por el licenciado Hebert Pastorino, juega irónicamente con la proximidad de los nombres de los países para llamar la atención al diálogo. Incluso ya ha conseguido que Países Guay sea declarado de interés artístico y cultural por el Senado de la República del Paraguay en 2017. El logo del proyecto es “El Uruguay es el Paraguay del Atlántico, y Paraguay es el Uruguay de los trópicos”.

Actividad de ampliación

Como has leído más arriba, los pueblos originarios del Cono Sur tienen una historia de sufrimiento. Todavía hoy en día su presencia no está totalmente visibilizada por parte de las autoridades y por parte de la misma población de cada país. En esta actividad vas a conocer un documental, titulado Un país sin indios, producido en Uruguay y que trata sobre la identidad de varios descendientes de charrúas.

Paso 1

Vas a ver el tráiler promocional de este documental. Después responde estas preguntas:

Transcripción (.docx)

Paso 2

Observa ahora esta entrevista con Leonardo Rodríguez, co-director del documental, que habla sobre el proceso de producción y la situación actual de la comunidad charrúa.

Después piensa en estas preguntas:

Transcripción (.docx)

Paso 3

Ahora vas a reflexionar sobre la eficacia de los medios de comunicación, como un documental, para expresar problemas sociales y un diálogo cultural.