Cuba
Fulgencio Batista
Fulgencio Batista fue un líder conservador que ejerció gran poder político en Cuba durante 25 años (1933-1958). Él es conocido por su poder dictatorial y su alta dependencia en los Estados Unidos. Se calcula que, en 1955, el 90 por ciento de las líneas telefónicas y eléctricas, así como el 50 por ciento de los ferrocarriles y el 40 por ciento de la producción del azúcar pertenecían a empresarios estadounidenses, es decir, a inversores extranjeros. En 1957, el 25 por ciento de la población trabajaba en la industria azucarera, pero no ganaba el dinero suficiente como para salir de la pobreza. El gobierno no intentó resolver el problema y se mantuvo al margen. De hecho, durante estos años, el gobierno no promovió la educación y se dice que en aquel entonces el 20 por ciento del país era analfabeto.
La revolución y las tensiones con EE.UU.
A finales de los años 50, hubo un descontento general con la presidencia de Batista, sobre todo entre la clase media y la clase baja. Desde 1952 (año que marcó el comienzo de los movimientos revolucionarios), Fidel Castro, su hermano Raúl y su amigo argentino, Ernesto “Che” Guevara, venían encabezando un movimiento anti-Batista que en el año 1958 contaba con más de 50.000 soldados (la mayoría campesinos). En la noche del 31 de diciembre de 1958, Batista abandonó el país, vencido por el triunfo de la revolución cubana. Poco después, Fidel Castro tomó el poder y controló Cuba durante casi 50 años.
Desde su llegada al poder, Fidel Castro se veía a sí mismo como un líder con la obligación de luchar a favor de los pobres de su país para ofrecerles una educación pública y un sistema de salud gratuito, además de enfrentarse a los grandes negocios de los Estados Unidos. El 17 de mayo de 1959, Fidel aprobó la Ley de Reforma Agraria, por la que expropiaba las grandes extensiones de tierra a los terratenientes; seguidamente, nacionalizó muchos negocios (la mayoría de los cuales pertenecían a empresarios estadounidenses). Estos intentos en contra de los intereses económicos estadounidenses causaron mucha tensión entre los dos países.
Como consecuencia de la revolución, alrededor de 200.000 cubanos emigraron a los Estados Unidos, siendo la mayoría de ellos personas pertenecientes a las clases altas. En mayo de 1961, un grupo de estos inmigrantes cubanos expatriados en los Estados Unidos, con la ayuda de la CIA, intentaron invadir Cuba. Este famoso evento histórico se conoce como la Invasión de la Bahía de Cochinos. Sin embargo, el propio Fidel Castro lideró un ejército y puso fin a la invasión. Poco después, Castro llegó a un acuerdo con la Unión Soviética, donde se permitió a los soviéticos colocar unos misiles en Cuba que apuntaran hacia los Estados Unidos, en un intento por prevenir futuros ataques estadounidenses. Desde entonces, los Estados Unidos no ha intentado invadir a Cuba de nuevo, pero sí le han establecido un bloqueo económico (un embargo). Este bloqueo aún existe.
¿El futuro de Cuba?
En febrero de 2008, debido a su mala salud, Fidel Castro, de 81 años de edad, renunció a la presidencia, pasando el poder a su hermano menor, Raúl, de 76 años, quien ha hecho algunos cambios en el país. Por ejemplo, Raúl permite la venta de ciertos productos de consumo antes prohibidos (como los teléfonos celulares); permite a los cubanos hospedarse en hoteles para turistas y también deja que los granjeros cultiven tierras que no están siendo utilizadas.
El 17 de diciembre de 2014, los presidentes de Cuba y Estados Unidos (Raúl Castro y Barack Obama), anunciaron que ambas naciones habían reanudado el diálogo. El propósito de estas negociaciones era el de restaurar las relaciones diplomáticas entre ambos países, además de la institución de una embajada estadounidense en La Habana y una embajada cubana en el Distrito de Columbia.
Durante La Séptima Cumbre de las Américas, celebrada en abril de 2015 en la ciudad de Panamá, Raúl Castro y Barack Obama se dieron la mano por primera vez. Este suceso fue nombrado por muchos como un hecho histórico que simbolizaba la reconciliación y el comienzo de un nuevo capítulo para las relaciones políticas entre ambas naciones. Sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero de 2017, las relaciones y negociaciones entre los dos países se enfriaron de nuevo; el embargo volvió a endurecerse, así como el viajar a Cuba desde los Estados Unidos.