El imperio español

La expansión del imperio español por varias partes del mundo fue, en parte, gracias a una serie de matrimonios de conveniencia dispuestos por los Reyes Católicos que tenían como objetivo ampliar su territorio. Carlos V, declarado rey de España en 1516, se convirtió más tarde en emperador de un territorio en el que, decían, nunca se ponía el sol. El imperio de Carlos V estaba formado por países europeos como Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Austria, algunas partes de Francia, Alemania, territorios del norte de África y los nuevos territorios descubiertos en las Américas.

La decadencia del imperio español empezó durante el reinado de Felipe II cuando la Armada Invencible española, luchando contra los ingleses, fue derrotada en 1588. Durante los reinados de Felipe II y Felipe IV se produjo la caída del imperio español debido a una crisis económica causada por los gastos en mantener las guerras, la pérdida de muchos territorios conquistados y la disminución de la llegada de plata y otros minerales de las Américas.

La caída del imperio coincide con una época de esplendor en el arte español que se conoce como el “Siglo de Oro”. En pintura destacan los nombres de Diego Velázquez, el Greco y Bartolomé Esteban Murillo. En literatura sobresalen Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Francisco de Quevedo.