El franquismo

El franquismo se basó en diferentes fundamentos ideológicos, sociales y políticos:

Concentración del poder político en la figura del Caudillo: Franco poseía un poder absoluto sobre todos los aspectos de la vida nacional y social. El franquismo controlaba los medios de comunicación y la censura fue implacable. Los periódicos fueron utilizados para controlar la opinión de los ciudadanos y se buscaba alejarlos de los movimientos obreros.

Anticomunismo: El franquismo se opuso al comunismo y a las demás ideologías de la izquierda. La Guerra Fría entre EE.UU. y la Unión Soviética hizo el régimen franquista más aceptado en el mundo occidental, especialmente en los EE.UU.

Antiparlamentarismo y antiliberalismo: Se prohibió la creación de partidos políticos. Por eso, los representantes del pueblo fueron elegidos directamente por los miembros del estado. Solamente el partido Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (FET de las JONS) fue permitido. El franquismo se opuso a toda clase de sistema liberal o democrático y a la separación de poderes.

Nacional catolicismo: La Iglesia Católica legitimó la dictadura de Franco. A cambio, estableció una estricta moral católica que controló la vida social y la educación.

Centralismo: El franquismo se opuso completamente a cualquier tipo de nacionalismo o autonomía mediante la defensa de la “unidad de la patria”. Se prohibieron el uso de banderas y símbolos nacionalistas y también el uso de las lenguas regionales: catalán, euskera y gallego. El castellano era la única lengua permitida.

Tradicionalismo: La idea de España que defendió la dictadura se basaba en eventos históricos como la Reconquista, el Imperio, El Siglo de Oro ...

Militarismo: La vida diaria de los españoles durante el franquismo estaba llena de elementos característicos de un estado militar y los símbolos del ejército estaban presentes en desfiles, fiestas, etc.

Simbología fascista: El régimen franquista adoptó una serie de símbolos y uniformes militares de inspiración fascista similares a los que se utilizaban en la Italia de Mussolini o la Alemania nazi.

En general, los rasgos que mejor caracterizaron la vida durante los primeros años de la dictadura fueron la represión sistemática, el control de la información, la miseria y la desmoralización de la población. Con el paso de los años, la situación empezó a cambiar: se produjo un desarrollo económico y una mínima liberación. Los españoles se interesaron por el mundo exterior y la oposición hacia el régimen se hizo más grande.

En 1975, después de 36 años de dictadura en España, el General Francisco Franco murió. Su muerte puso fin al “Franquismo”, y se inició la “Transición” hacia la actual democracia.