Siglo XIX

1824: La República Mexicana

Con la primera constitución en 1824, México se estableció como una república federalista con estados autónomos. El territorio de la República de México incluía la región que hoy conocemos como el sudoeste estadounidense y los países centroamericanos (con excepción de Panamá). Puesto que los territorios del norte de la república, como el estado de “Coahuila y Tejas”, no tenían muchos habitantes, el gobierno mexicano invitó a especuladores de tierra estadounidenses para ayudar a poblar el territorio. Sin embargo, el gobierno puso tres condiciones: que no se trajeran esclavos a estos territorios, que los pobladores aprendieran a hablar español, y que fueran católicos.

A mediados de la década de 1830, bajo el liderazgo del presidente Antonio López de Santa Ana, México adoptó un sistema gubernamental centralista, que concentró el poder en el gobierno federal y restringió la autonomía de los estados. El cambio causó mucho descontento en territorios como Yucatán o Tejas, ya que a los pobladores se les impusieron restricciones comerciales que no eran provechosas para los comerciantes.

1836-1848: La independencia de Tejas y la guerra con los Estados Unidos

En 1836, la región de Tejas, donde la mayoría de pobladores eran colonos estadounidenses, declaró su independencia de México. México intentó recuperar la República de Texas varias veces entre 1836 y 1845. Sin embargo, en 1848 la República fue anexionada por los Estados Unidos. Esta anexión y disputas acerca de la frontera de Tejas, reconocida por los mexicanos como el Río Nueces y por los tejanos como el Río Grande (conocido en EE.UU. como el Río Bravo), iniciaron la guerra con los Estados Unidos. La falta de preparación, armamento y dinero, así como las divisiones internas entre distintas facciones políticas, facilitaron la ocupación de varios territorios mexicanos por el ejército de los EE.UU. Al firmar el Tratado de Guadalupe Hidalgo, México logró que terminara la ocupación de su territorio; sin embargo, tuvo que ceder un tercio de su territorio (partes de lo que hoy son los estados de California, Nuevo México, Utah, Nevada, Tejas, Colorado, Arizona, Wyoming, y Kansas) a los Estados Unidos a cambio de quince millones de dólares.

Para más información acerca de la guerra con los Estados Unidos visita el sitio de PBS U.S.-Mexican War.

Mediados de 1800 La Reforma

Entre 1833 y 1855 México sufrió gran inestabilidad política a causa de disputas internas entre facciones políticas. Los conflictos políticos crearon las condiciones para el desequilibrio económico del país. El General Antonio López de Santa Ana sirvió como presidente durante varios períodos de estas épocas hasta que, en 1853, se convirtió en dictador. Insatisfechos con la situación política, varios reformadores liberales derrocaron a Santa Ana con el Plan de Ayutla. En lo que siguió, durante el período conocido como La Reforma, se reestableció un gobierno federal y se implementaron varias reformas económicas y políticas, tales como la separación de la iglesia y el estado. La nueva constitución, creada en 1857, otorgó a los mexicanos la libertad de religión, la libertad de imprenta, de industria, y de asociación. Aunque hubo mucho progreso político a mediados del siglo XIX, después de tantos años de conflictos, la República Mexicana tenía muchas deudas extranjeras. Para mejorar la economía, el presidente Benito Juárez, quien fue el primer presidente indígena del país de origen zapoteca, decidió dejar de pagar las deudas que tenía con Inglaterra, España y Francia. Mientras que España e Inglaterra aceptaron negociar la deuda, la Francia napoleónica decidió ocupar México. Durante la ocupación, el presidente Juárez se refugió en el norte de México y luchó contra los franceses desde lejos. En 1864, Napoleón III designó al archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo como emperador de México. El reinado de Maximiliano solo duró tres años. Después de que Napoleón III retiró sus tropas de México, los liberales pudieron capturar y ejecutar a Maximiliano. En 1867, Juárez restauró la república. Todavía hoy, Juárez es celebrado como uno de los presidentes más importantes de México por sus ideales de democracia, libertad y paz, y por representar la faz indígena de México a nivel oficial.

El Museo de Arte Moderno en Nueva York tiene una página titulada "Manet and the Execution of Maximilian", que se trata de cómo el artista Manet interpretó la muerte de Maximiliano. El sitio también contiene una cronología pertinente a nuestro estudio de la intervención francesa en México.

1876-1911: El Porfiriato

Aunque Benito Juárez fue reconocido como uno de los presidentes más importantes y queridos, su presidencia (1858-1872) preocupó a muchos. El general Porfirio Díaz, quien estaba en contra de la reelección, intentó levantarse en contra de Juárez, pero fue derrotado. Cuando el sucesor de Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada, buscó la reelección, Díaz se levantó otra vez, y esta vez tuvo éxito. Irónicamente, Porfirio Díaz fue un aficionado de la reelección cuando él mismo consiguió la presidencia. El período de la dictadura de Díaz (1876-1911), conocido como el Porfiriato, fue marcado por la paz, la prosperidad económica, y por el desarrollo de la infraestructura en el país. México consiguió la modernización industrial y un renacimiento cultural y científico, utilizando dinero de inversionistas extranjeros. Desafortunadamente, la prosperidad económica disfrutada por los extranjeros y la élite mexicana, no se extendió a otros mexicanos, quienes tuvieron que sufrir la represión política y la pobreza. Por esto, durante el Porfiriato, México se conoció como “la madre de los extranjeros y la madrastra de los mexicanos.”

Consulta el siguiente documental para aprender más acerca de los avances económicos durante el Porfiriato.

Para el final del gobierno de Porfirio Díaz, consulta el siguiente video, producido por el Bicentenario de México 2010: